El síndrome del niño bueno es un patrón de comportamiento en el que el niño se esfuerza por complacer a los demás, seguir las reglas y evitar el conflicto a toda costa.
La disciplina y el pensamiento crítico son pilares en la educación ya que permiten cuestionar, reflexionar y llegar a conclusiones fundamentadas en la razón y la verdad.
Unas jornadas de orientación profesional pueden ser la ayuda clave para solventar todas esas preguntas que los alumnos tienen por solucionar antes de una elección que puede condicionar su futuro.