prestigio y reputacion de los colegios

Valores como el prestigio y la reputación son muy importantes para las familias a la hora de elegir un centro educativo para sus hijos. Estas variables, sin duda esenciales, influyen en el nivel educativo que los alumnos reciben y en la experiencia general que tienen durante el tiempo que pasan en el colegio. Por esta razón, es importante que los colegios se esfuercen por mantener o incluso mejorar dichas características.

En efecto, la calidad de la educación es una consecuencia directa de la combinación del prestigio y la reputación que pueda tener toda institución educativa.

¿Cómo mejoran las escuelas valores como el prestigio o la reputación?

Unos de los actores fundamentales en este proceso es el profesorado, que debe estar preparado para ofrecer una educación de alta calidad.

Por otro lado, están los espacios o entornos, que deben ser seguros, estimulantes y deben incentivar el aprendizaje. Por ejemplo, mediante unas buenas infraestructuras, organizadas, luminosas, prácticas, acomodadas a la digitalización.

Programas académicos, agendas, tutorías…

Los colegios también deben ofrecer una variedad de programas y clases para asegurarse de que los alumnos puedan desarrollar todas sus habilidades y tengan acceso a los idiomas y conocimientos que necesitan para tener éxito en su futuro laboral.

Deben ofrecer optativas adaptadas a cada una de las ramas del bachillerato, ya sean social, científica, tecnológica, humanística o artística; dinámicas grupales que enseñen a trabajar y colaborar en equipo, así como profesores que motiven al alumnado a mejorar su expresión oral en público. Independientemente de la rama de conocimientos en la que haya decidido centrarse el estudiante, las herramientas comunicativas son importantísimas a la hora de darse a conocer y mostrar un proyecto en su futuro. Por eso que pierda la vergüenza a hablar en público y sepa estructurar su discurso es importantísimo y eleva enormemente la credibilidad y el prestigio de la escuela.

La imagen que dan a las familias

Los colegios también deben prestar atención a su imagen pública, es decir, a cómo los padres y madres perciben a la escuela. Deben preguntarse: ¿recomendarían a algún amigo o amiga que buscan colegio para sus hijos que viniesen a apuntarse? La imagen puede configurarse en primera instancia, pero se puede ir moldeando con el tiempo, ya sea con mejoras en las instalaciones, un buen trato con las familias en las reuniones, la calidad de los servicios…

Por otro lado, las escuelas también deben hacer un esfuerzo para promover el aprendizaje de los estudiantes. Sin duda, eso se palpa desde casa: el conseguir que tus alumnos empleen los conocimientos que aprenden en las aulas no solo en el colegio para superar los exámenes sino también en sus entornos extraescolares, en futuras entrevistas, en los retos profesionales…  

Esto se puede lograr a través de la organización de actividades extracurriculares que fomenten el desarrollo de habilidades sociales y de liderazgo, así como el respeto por los demás.

El prestigio y la reputación desde dentro

Por último, para generar una imagen de prestigio, los colegios deben hacer un esfuerzo por mantener una buena relación con la comunidad. Esto significa que los colegios deben intentar involucrar a los padres y a la comunidad en la educación de sus estudiantes, a través de reuniones de padres, organización de eventos  y otros programas.

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