Buscarcole entrevista al filósofo y pedagogo Gregori Luri

La sociedad se mueve a veces por conceptos antagónicos o antitéticos, que no necesariamente han de ser contradictorios. ¿O sí? Lo hablamos con Gregorio Luri, filósofo y pedagogo. Sus reflexiones sobre el complejo mundo de la educación siempre son un estímulo para las personas inquietas. Su último libro, La escuela no es un parque de atracciones, ha causado un fuerte impacto en los ambientes educativos y en el debate cultural en general.

¿Qué define la profesión de maestro, de educador?

De una manera esquemática diré que, desde un punto de vista psicológico, el amor de lo mejor que puede llegar a ser su alumno; desde un punto de vista político, la voluntad de contribuir a la mejora de la cultura común y del capital humano de su país, y, desde un punto de vista deontológico, la práctica reflexiva basada en evidencias.

¿Qué pasa con la educación para que siempre sea un motivo de debate de actualidad?

No estoy nada seguro de que la educación sea un motivo de debate. ¡Ojalá lo fuera! Si analizamos los contenidos de los debates políticos entorno a la educación, lo que vemos es que se centran en el despliegue de las buenas voluntades partidistas y en el olvido de los resultados escolares. Nuestros debates son tan marcadamente ideológicos que nos esconden la realidad.

¿Se puede decir que la educación actual está evolucionando en alguna dirección?

Veo dos direcciones claras.

En primer lugar, hacia la pérdida de peso específico de la escuela, porque lo que la escuela se niega a dar, la iniciativa privada se apresura a darlo (clases particulares, actividades extra-escolares, academias, colonias, estancias en el extranjero, etc.). En la trayectoria educativa que las familias  trazan para sus hijos, la escuela continua teniendo un papel relevante, pero menguante.
En segundo lugar, en la sociedad actual estamos asistiendo a la emergencia del capitalismo cognitivo en el cual el conocimientos riguroso se convierte en una fuente de riqueza. 

¿Qué es más importante en un buen maestro, los valores o los conocimientos?

A mi parecer, el conocimiento riguroso es un fenomenal potenciador de valores.

Las clases magistrales están muy desprestigiadas. En la escuela, ¿los niños deben escuchar o trabajar?

Los niños deben adquirir conocimientos y eso quiere decir que han de experimentar determinadas modificaciones en su memoria a largo plazo. Lo que no está en la memoria no se ha aprendido. Algunas veces tendrán que escuchar (por cierto, la escucha es una actividad), otras tendrán que colaborar entre ellos, etc.

¿La escuela tiene que enseñar a competir o a compartir? ¿Por qué la competición tiene tan mala fama?

La escuela debe estimular al alumno a superarse, a convertirse progresivamente en lo mejor que puede llegar a ser y, por tanto, a competir con sí mismo. Respecto a la mala fama de la competición, creo que es más clarificador fijarse en lo que las escuelas hacen que no en lo que dicen que hacen. Todas las que tienen buenos resultados en la selectividad, hacen publicidad de ello.

En los Estados Unidos, si eres bueno en algo (deporte, música) te dan una beca completa para la universidad. ¿Por qué no pasa lo mismo en España?

Aquí se considera que las becas no tienen que estar asociadas al rendimiento académico.

Si hacemos muy bien algo, es porque nos gusta. A la hora de escoger una profesión o unos estudios, ¿debemos escoger por lo que nos gusta más o nos hemos de guiar por otros valores?

Se acostumbra a decir que el interés fomenta el conocimiento. Es cierto. Tan cierto como que el conocimiento fomenta el interés. A menudo es el aprendizaje lo que nos va descubriendo intereses. Difícilmente podremos aspirar a ser lo que no sabemos qué es. No se puede escoger con acierto si hemos de escoger sobre información ausente.

¿Como tiene que ser la relación entre la escuela y los padres y madres? ¿Cuál ha de ser la actitud de estos? 

Los padres son padres, no padres de alumnos; y los maestros son maestros, no padres. Y está muy bien que sea así, porque su diferencia les permite tener perspectivas complementarias de un mismo alumno y atender a su complejidad. Habitualmente, los padres son muy buenos captando el estado emocional de sus hijos; mientras que los maestros son muy bueno evaluando su comportamiento de manera objetiva. Los padres tendrían que entender que si en casa queremos a nuestros hijos por ser nuestros hijos, la sociedad los evaluará por su trabajo objetivo y que la escuela tiene que ser el puente de confianza entre la familia i la sociedad.

¿Qué parámetros han de tener en cuenta los padres y madres  a la hora de buscar una escuela para sus hijos?

Primero, tener las ideas claras de lo que quieren, es decir, de los resultados (y no solo de las intenciones) que esperan de la escuela.
Segundo, escoger una escuela de la que poder hablar espontáneamente como de “nuestra” escuela.
Tercero, evaluar la importancia que dan a la integración de su hijo en su barrio (amigos, etc.).
Cuarto, echar una ojeada a los espacios comunes del centro:  decoración de pasillos, estado de los váteres y de los rincones del patio.
Quinto, tener muy presente el tiempo efectivo de cada clase, descontando faltas de puntualidad, problemas de pequeña indisciplina, etc.
Sexto, la posibilidad de encontrarse con profesores que les digan, mirándolos cara a cara: “Tranquilos, vuestro hijo está en buenas manos”.

¿Qué ventajas piensa que puede tener una página como buscarcole.com?

Empezaré diciendo una obviedad: No hay otro instrumento que nos permita comparar las escuelas y escoger nuestros criterios de comparación. Pero es que además, se trata de un instrumento riguroso. Conozco bien la profesionalidad, el rigor, la dedicación y la estima con que se ha diseñado.

Muchas gracias, Gregorio Luri. ¡Nos vemos en el Cafè d’Ocata!

Por cierto, si queréis más información sobre La escuela no es un parque de atracciones, la encontraréis aquí. Enrique García-Máiquez nos habla del libro.

Uno de los primeros blogs de buscarcole.com también versaba sobre Gregorio Luri: La lectura: un factor clave en el progreso escolar.

 

 

Otros libros de Gregorio Luri:

*La escuela no es un parque de atracciones: Una defensa del conocimiento poderoso (KIndle)

https://amzn.to/3QOrB7Z

*Elogio de las familias sensatamente imperfectas (Tapa dura)

https://amzn.to/465JDH6

*El deber moral de ser inteligente: Conferencias y artículos sobre la educación y la vida (Tapa blanda)

https://amzn.to/3sfViWh

*La escuela contra el mundo: El optimismo es posible (Tapa Blanda)

https://amzn.to/3SwuTy7

*Mejor educados (Libro de bolsillo)

https://amzn.to/40vu6iD

*Guía Para No Entender A Sócrates. Reconstrucción De La Atopía Socrática (Tapa Blanda)

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*¿Matar a Sócrates?: El filósofo que desafía a la ciudad (Kindle)

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