Rafael Bisquerra es el presidente de la Red Internacional de Educación Emocional i Bienestar RIEEB y desde hace años se interesa por la educación emocional, la inteligencia emocional y las competencias emocionales y, desde hace años se interesa por la educación emocional, la inteligencia emocional y las competencias emocionales, es decir, todo aquello que relaciona la pedagogía con las emociones de las personas porque, ¿cómo vamos a aprender algo si nuestras emociones, por el motivo que sea, nos desbordan?
Según Bisquerra, la educación emocional es un constructo que abarca la formación integral de la persona. Por tanto, debe ser un complemento que responda y atienda las necesidades no solo intelectuales, sino también sociales que a menudo quedan relegadas a un segundo plano en el ámbito académico.
Define la inteligencia emocional como la capacidad de una persona para conocer y comprender las propias emociones y las de los demás, regulando sus afectos y utilizando esta capacidad para gobernar sus propios pensamientos y acciones.
Las competencias emocionales son otra de las claves destacadas por el profesor Bisquerra que él mismo define como «competencias básicas para la vida que necesitamos aprender y desarrollar».
Daniel Goleman, uno de los creadores del concepto de inteligencia emocional, propone un modelo con cinco competencias emocionales, que son las siguientes:
- Autoconsciencia
- Autogestión
- Consciencia social
- Habilidades para relacionarse
- Toma responsable de decisiones