relación con caballos

Quizás no lo sepas: los caballos te pueden ayudar a mejorar tu capacidad de concentración. Gerard, de Cavalls de Calma, nos cuenta su experiencia.

Mañana tengo un examen importante

Mi plan maestro: Voy a encerrarme a estudiar y no saldré hasta que me lo sepa todo.

Mi ejecución: Las dos primeras horas he ordenado toda mi habitación, porque ya sabemos que para estudiar es necesario disponer de un espacio bien organizado. Después he merendado ¡El cerebro necesita energía para rendir! Qué decepción, por más que la visite, siempre hay lo mismo en la nevera… ¿Y el perro? Pobre, quizá debería pasearlo…

Mi resultado: Son las 12 de la noche y todavía no he empezado a estudiar… parece que volveré a trasnochar… ¡Qué dura es la vida de estudiante!

Si sumara todas las horas que a lo largo de mi vida he dedicado a estudiar, darían como resultado varios años de mi vida. Lástima que sólo fueron eso, horas dedicadas a estudiar, pero no a estudiar.

Visto con perspectiva, puedo confirmar que era un genio del despiste. Era ponerme a estudiar y mi cabeza empezaba a crear miles de pensamientos, todos enfocados a un solo objetivo: dejar de estudiar.

Tanto mis padres como mis profesores me decían que tenía que planificarme mejor, pero la realidad es que yo ya me organizaba. Incluso me agendaba los días y las horas que estudiaría cada asignatura… pero me fallaba la ejecución.

Todo el mundo me decía que necesitaba concentrarme. Pero nadie me explicaba cómo se hacía.

Años más tarde un entrenador me dijo: “Concentrarse es estar por lo que toca”. En esa frase había un componente nuevo para mí, el de responsabilidad. Estar por lo que tienes que estar. De manera que no era suficiente con planificarse y sentarse en la silla, tenía la responsabilidad de hacer lo que tocaba: estudiar.

Pero por desgracia eso tampoco acabó de funcionar, mi mente siempre encontraba excusas para evadirse y escaparse de la responsabilidad. Y así pasaron los años, entre trancas y barrancas conseguí terminar la carrera, más por voluntad que por método.

Mi punto de inflexión: El día que empecé a relacionarme con caballos

¿Sabías que los caballos se percatan de todo? Su extrema sensibilidad les permite darse cuenta de cualquier cambio que suceda en su entorno por sutil que sea. El mínimo ruido, movimiento o cambio energético en su ambiente puede alterarlos. Por lo que, si no estás presente y atento, puedes llevarte más de una sorpresa.

A lo largo de su evolución los caballos han desarrollado la capacidad de sentir el más mínimo cambio en el ambiente, su supervivencia depende de ello. Les afecta tu lenguaje corporal, la energía que desprendes, dónde miras… Absolutamente todo lo que hagas y pienses tendrá un efecto en ellos. Por lo que, si quieres relacionarte con caballos de forma positiva, es imprescindible ser muy consciente de todo lo que haces, cómo lo haces y cuándo lo haces. Y para ello debes focalizarte. Como decía mi entrenador, debes estar por lo que toca.

Los caballos viven en el presente, están en el aquí y el ahora. Y exigen lo mismo de nosotros. En cuanto empezamos a desconectarnos y proyectarnos en una línea temporal distinta, ellos lo perciben. Nuestro cuerpo está ahí, pero no nuestra mente. Empezamos a hacer cosas de forma mecánica, sin alma, sin sensibilidad, y perdemos la capacidad de ser conscientes de la energía que estamos proyectando. La única manera efectiva de conectar con ellos es entrar en su mismo campo vibracional, y para ello es imprescindible concentrarnos en estar en el presente.

Y si además les exigimos que hagan cosas para nosotros, tenemos una responsabilidad para con ellos. Debemos focalizarnos en lo que estamos haciendo, porque todo lo que hagamos y pensemos tendrá una consecuencia en su estado de ánimo. Es lo que tiene trabajar con seres tan sensibles. Y a medida que avanzas en la autoconciencia, por responsabilidad, seguridad, y amor, también mejora tu concentración. Tu foco. Porque sabes de la importancia de estar por lo que toca.

Mi conclusión

Durante mi infancia y juventud perdí mucho tiempo, porque cuando no haces lo que tienes que hacer, pero sabes que debes hacerlo, tampoco disfrutas de la actividad alternativa, ya que sobre ti pesa la conciencia y el sentimiento de culpa. Si volviera a nacer, les pediría a mis padres que me llevaran a relacionarme con los caballos desde pequeño, habría aprendido a concentrarme mucho antes, habría aprovechado el tiempo mucho mejor, y sin duda, habría sacado mejores notas.

Ahora me relaciono con los caballos y he conseguido un mejor equilibrio en mi vida. 

Logo Cavalls de Calma

 

 

 

Libros sobre caballos:

The Horse's Mind (Tapa Blanda)

https://amzn.to/4aPv6CW

 

The Boy, the Mole, the Fox and the Horse (Versión Kindle)

https://amzn.to/3S7KMdG

 

Caballos en compañía (Tapa Blanda)

https://amzn.to/48L7KNi 

 

 

Etiquetas