Una comunidad de aprendizaje es un grupo de personas que comparten objetivos académicos comunes y también actitudes y que colaboran en el trabajo en el aula. Estas comunidades se fundamentan en un modelo basado en grupos que buscan trabajar un interés común.
Uno de los elementos esenciales de las comunidades de aprendizaje es la participación de toda la comunidad educativa: familiares, profesorado, voluntarios, etc. Las personas trabajan en plan de igualdad con un objetivo compartido: el aprendizaje de los niños y niñas para no estar socialmente excluidos de la sociedad de la información.
Estas comunidades comportan un cambio positivo en los centros escolares, puesto que buscan el éxito escolar y pretenden la transformación social y educativa.
Las comunidades de aprendizaje transforman las escuelas, como ocurrió en el CEIP Mare de Déu de Montserrat, de Terrassa. Núria Marín y Marta Soler nos lo cuentan aquí.